La caida del super peso después de las elecciones.

Las elecciones en México siempre son un evento de gran trascendencia, no solo en términos políticos sino también económicos. La reciente jornada electoral ha tenido un impacto significativo en la economía, particularmente en la moneda nacional. El peso mexicano experimentó una de sus mayores caídas en años, una situación que ha generado diversas reacciones y análisis.

El dólar se disparó en México tras las elecciones, una situación que algunos vinculan con la victoria de Claudia Sheinbaum. El tipo de cambio amaneció cotizando a 17.4420 pesos por dólar y llegó a alcanzar los 18.002 pesos por dólar, lo que representa una depreciación de 2.79% respecto al cierre del viernes. Esta caída del peso frente al dólar es una de las más pronunciadas en el mundo entre las monedas comparables.

El presidente Andrés Manuel López Obrador justificó la caída de la bolsa y el peso como resultado de la «desinformación» entre los financieros y factores externos. Sin embargo, los mercados reaccionaron vendiendo activos mexicanos después de que los resultados preliminares de las elecciones arrojaron una mayoría calificada en la Cámara de Diputados para el partido oficialista y sus aliados.

La Bolsa Mexicana de Valores no fue ajena a esta tendencia, con una caída del 6% al cierre. Estos movimientos reflejan el nerviosismo y la incertidumbre que pueden surgir en los mercados ante cambios políticos significativos. Los inversionistas buscan estabilidad y previsibilidad, y cualquier desviación de las expectativas puede provocar reacciones adversas.

Gráfico del costo del peso por dólar, hoy 4 de junio a las 9:20 am.

Entre las reformas pendientes de López Obrador, hay tres que buscan limitar la participación de la iniciativa privada en el sector energético, lo que podría tener implicaciones profundas para la economía mexicana. Estas propuestas han generado preocupación entre los inversionistas, quienes temen una concentración de poder y una posible afectación a la inversión privada.

La situación económica de México es compleja y está influenciada por una variedad de factores internos y externos. La caída del peso después de las elecciones es un claro ejemplo de cómo los eventos políticos pueden tener un efecto directo e inmediato en la economía. Será crucial observar cómo se desarrollan las políticas del nuevo gobierno y su impacto en la confianza de los mercados y la inversión.

La depreciación del peso mexicano después de las elecciones puede tener varios efectos en la economía:

1. Inflación: La depreciación del peso puede aumentar los precios de las importaciones, lo que a su vez puede contribuir a la inflación. Los bienes importados, como alimentos y productos electrónicos, pueden volverse más costosos para los consumidores.
2. Deuda Externa: Si México tiene deudas denominadas en dólares u otras monedas extranjeras, la depreciación del peso aumenta el costo de pagar esas deudas. Esto puede afectar las finanzas públicas y la estabilidad económica.
3. Exportaciones e Importaciones: Una depreciación del peso puede hacer que las exportaciones mexicanas sean más competitivas en los mercados internacionales, ya que los productos mexicanos se vuelven más atractivos en términos de precio. Sin embargo, también puede encarecer las importaciones.
4. Confianza del Inversionista: La incertidumbre política y la volatilidad en el tipo de cambio pueden afectar la confianza de los inversionistas. Si los inversionistas perciben riesgos, pueden retirar inversiones o ser cautelosos al invertir en México.

Ministro de Hacienda intenta calmar la situación de incertidumbre.

En un esfuerzo por estabilizar los mercados financieros después de un período de incertidumbre postelectoral, el Secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, comunicó las medidas económicas clave que el nuevo gobierno planea implementar. Entre estas medidas, destacó la importancia de reducir la deuda pública, mantener una estricta disciplina fiscal y asegurar la independencia operativa del Banco de México. Estas acciones buscan reforzar la confianza de los inversores y analistas en la economía mexicana.

La continuidad de Ramírez de la O en su puesto durante la administración de Sheinbaum se ve como un signo de estabilidad, y sus declaraciones en una conferencia privada con analistas e inversionistas subrayaron un compromiso con la reducción del endeudamiento público a aproximadamente el 3% del Producto Interno Bruto (PIB), la disciplina financiera y el respeto al Estado de derecho, según lo informado por el Ministerio de Hacienda. Estas declaraciones son un intento de transmitir un mensaje de responsabilidad fiscal y legalidad, elementos considerados cruciales para el desarrollo económico sostenible del país.

Analistas financieros han expresado que la caída de los mercados se debe al nerviosismo de los inversionistas frente a la posibilidad de reformas constitucionales significativas bajo una mayoría calificada de Morena en el Congreso. Asimismo, existe preocupación por cómo el nuevo gobierno manejará el déficit fiscal, el cual se estima en un 5,9% del Producto Interno Bruto (PIB). Estos factores contribuyen a un clima de incertidumbre económica, mientras los actores del mercado buscan entender y anticipar las políticas que definirán el curso económico del país en el futuro cercano.

La incertidumbre política y las expectativas del mercado han contribuido a la depreciación del peso mexicano. Los inversionistas buscan inversiones menos riesgosas ante la posibilidad de reformas y cambios en las políticas económicas. Es importante seguir de cerca los desarrollos políticos y económicos para comprender mejor esta situación. Por el momento, solo queda esperar y estar atentos a los cambios que se pueda suscitar en las próximas semanas.

Tito Tastuan

Crítico garnachero que no es periodista pero si muy metiche.